sábado, 29 de agosto de 2015

POUL ANDERSON Y CONAN



CONAN Y POUL ANDERSON

José Francisco Sastre García

     La nueva obra que ha lanzado Martínez Roca al mercado es "Conan el Rebelde", del gran escritor Poul Anderson.
     Autor de maravillas como "La Espada Rota" o "La Saga de Hrolf Kraki", su estilo es un tanto sombrío, implicando en sus argumentos una cierta desesperación, una especie de maldita predestinación a la que no puede sustraerse ninguno de los personajes. Todos están condenados de antemano a sufrir un destino oscuro, una pérdida continua de la esperanza que impacta profundamente.
     Sin embargo, la novela que nos ocupa rompe con este esquema: es vitalista, mantiene de una manera bastante fiel la imagen del cimmerio howardiano, entregado en cuerpo y alma a Bêlit, la diosa, y a sus venganzas contra los estigios. Aunque hay que reconocer que a lo largo de sus líneas se va intercalando de vez en cuando ese aspecto sombrío del que hemos hablado con anterioridad, sin que se note en exceso pero sin dejar de percibirse.
     El ritmo es muy bueno, entrelazando la actividad continua de Conan con el carácter ralentizado de la sociedad estigia, caracterizada por la oscuridad de sus almas y su necesidad continua de la magia para solucionar sus problemas, ritmo que parte sin dificultad al insertar en pleno territorio de Set una colonia como Taia, de origen hyborio; este intercalado puede resultar, incluso, necesario para explicar algo tan howardiano como la antigua Alkmeenon en "Las Joyas de Gwahlur". De hecho, la elección de Estigia como punto de partida del argumento parece incluso la más lógica, dado el carácter especial que posee Poul Anderson al escribir: una sociedad sombría, enquistada en sí misma, cuyos derroteros se desenvuelven entre la magia negra y la traición, algo que al creador de obras como las citadas al principio de este comentario no le debería costar demasiado desarrollar en su justa medida sin apartarse de la línea que Howard marcó en sus esquemas sobre Conan y el mundo hybóreo.
     En resumen, nos encontramos ante un Conan adulterado, bastante creíble bajo el punto de vista howardiano, pero lleno de la influencia de un escritor de carácter pesimista, desesperado, frente al vitalismo puro del escritor texano.

6 comentarios:

  1. Hola José. Entre los muchos libros que tengo en casa sin leer está la Espada Rota. Varias veces le he echado una ojeada, y a pesar del magnífico libro que creo que es uno siempre tiene muchas lecturas pendientes que provocan que otras buenas obras queden aparcadas para más adelante. Sé que algún día la leeré. Aunque no sé cuando. Creo recordar que la de Hrolf Kraki también lo tengo, pero no estoy seguro. De todas formas, me decanto por la espada rota. Seguro que el de Conan es muy bueno.

    Saludos.

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    1. Buenas noches, José. Poul Anderson en su estilo es muy bueno, crea un ambiente oscuro, sombrío, con una fuerza impresionante, pero a la hora de escribir sobre personajes que no son suyos... Ejem, la novela de Conan el Rebelde no se puede decir que sea mala, pero como novela de Conan falla por completo, ya que presenta al cimmerio a su forma y manera, esto es, de una manera un tanto más tenebrosa, algo que no le pega para nada... Si se lee como una novela de Anderson, cambiando los nombres de los personajes, bueno, vale, pero si se lee como una novela de Conan, me temo que hace aguas por todas partes...

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  2. Buen trabajo de divulgación el que haces, compañero José. La verdad es que me cuesta disfrutar de Conan como novela, incluso en La Hora del Dragón por el propio Howard. Creo que el tejano era un maestro del relato, algo que se diluye un poco con la extensión. Los pastiches de Sprague de Camp, aunque el autor me cause una infinita simpatía, tampoco están entre mis favoritos. Sí que disfruté de algunas de las novelas de Robert Jordan, que, humildemente creo, supo adaptar muy bien al cimmerio en un lenguaje casi cinematográfico.
    Enhorabuena una vez más por el blog y por tu trabajo.

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  3. Buenos días, Víctor. Muchas gracias por tus palabras, tampoco es un trabajo demasiado exhaustivo, jejeje. Es cierto que ninguno de los autores que se han acercado al personaje de Conan han conseguido extraer su esencia de forma adecuada, pero también lo es que los que mejor lo hicieron, al menos según mi parecer, fueron Carter, De Camp, y posiblemente Wagner. A las novelas de Jordan, para mi gusto, les pasa lo que a la de Anderson: sí, consigue historias trepidantes, con garra y nervio, pero... No es ni de lejos el Conan howrdiano, es un personaje que se aleja y mucho de la filosofía del texano...

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  4. Estoy de acuerdo con lo que dices. Quizá a mí me gustan porque renuncia a intentar imitar al texano, cosa que a mi entender es imposible :D Me encanta encontrar a otras personas que les guste tanto el cimmerio y poder discutir sobre el tema. ¡Da para mucho!

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    1. En realidad ninguno renuncia a intentar imitar a Howard, piénsalo: si sólo pretendieran crear una historia con su estilo, no utilizarían a Conan; al tirar del cimmerio, lo que pretenden es adaptarlo a su propio uso, y eso es lo que hace que a los que nos gusta nos salten todas las alarmas al leer al Conan sombrío de Anderson o el Conan lascivo de Jordan...

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