sábado, 26 de septiembre de 2015

EL CICLO ARTÚRICO

               THE NEW LHORK HERALD TRIBUNE

                                                      EL CICLO ARTURICO



Más Erre.- Artulhork y Merlín se encontraron en el patio del castillo. Como tal, Camelhork era una maravilla de la estética y la fortificación, pero como comodidad, dejaba bastante que desear.
-Merlín -comenzó el rey-, necesito que me en­cuentres Excalilhork. Ano­che estuve haciendo unas... llamémosles gestiones, y desapareció misteriosamente.
-Un simple conjuro, majestad, y la espada acudi­rá junto a mí esté donde esté -aseguró el mago con un gesto teatral.
Sin embargo, el hechizo no funcionó ni bien ni mal: simplemente, no funcionó. Excalilhork no aparecía por ninguna parte.
-¿Y qué puedo hacer? -se lamentó Artulhork, miran­do a su alrededor-. Necesito un arma, un símbolo que enardezca a los hombres.
-Veremos que puedo hacer -comentó Merlín, con la mano en el bolsillo.
"Veamos, una cerilla... No, esto todavía no se ha inventado -la tiró por encima del hombro, sin darse cuenta de que se había encendido a causa de una chispa mágica-. Un garro­te... No, muy arcaico. Una revista de Lhork... No, no creo que esto impresionase al enemigo. Una pistola... No, esto es demasiado moder­no. Una ametralladora pesa­da... No, esto es excesivo. La gente no lo entendería.
Mientras sacaba trastos y más trastos de sus mangas y bolsillos no dejaba de hablar para sí mismo, acerca de cosas que Artulhork no era capaz de comprender.
Preguntándose dónde rayos guardaría todo aquel arsenal que le estaba ense­ñando, el rey observó atóni­to como el mago sacaba, sucesivamente, granadas de mano que estallaban al caer detras de Merlín (no se daba ni cuenta, pero les quitaba el seguro), bazookas, morte­ros del 120, e incluso, para mayor sorpresa de Artulhork, un Abrams, un Apache, un F-117A, e incluso un misil nuclear.
-Cuatro cabezas nuclea­res, majestad -comentó como quien no quiere la cosa-. No sé exactamente qué será eso, pero parece que si se lo tiras a tus enemigos les vas a hacer algo más que un chichón.
Finalmente, Artulhork estuvo a punto de estrangu­lar a su mago real: de entre los pliegues de su túnica sacó Excalilhork, la cual, atada a su empuñadura, llevaba una liga rosa con briznas de paja.
-Esto -Merlín bajó el rostro, que se le había encendido como un tomate-... Majestad, acabo de recordar lo que quería deciros: encontré esta mañana vuestra espada en el pajar del ala Este, con este... objeto, atado a ella.
-Bueno, yo -se disculpó el rey-... Verás, es que...
-Sí, majestad -admitió el mago con un guiño-. Asuntos ineludibles. Igual que vuestra visita trimes­tral al templo de San Lhork de Arenjún, o vuestra bús­queda del Cetro de Trados.
-Por supuesto, Merlín, por supuesto. Y, como te puedes imaginar, no has visto ni oído nada.
-Si os referís a cierta campesina que ví anoche dirigiéndose al pajar, desde luego que no he visto nada.
Artulhork envainó su espada con violencia. No le había gustado lo más mínimo descubrir que alguien sabía de sus pendoneos.
-Por cierto, majestad, ¿qué pensáis hacer al res­pecto de sir Lancelhork y Ginebra? -inquirió Merlín suavemente, previendo la cólera que parecía poseer al rey por momentos.
-¿A qué os referís, mago?
-Esto... Creía que era del dominio público. Todo el mundo lo comenta.
-Ah, te refieres a lo de los cuernos, ¿no? -el rey se echó a reír a carcajadas- Podéis estar todos tranqui­los, porque no pasa nada.
"Lo que os ocurre es que sois unos cotillas, que creéis saberlo todo y, en realidad, no sabéis nada.
"Mira, Merlín, mi mujer está tranquilamente en sus habitaciones, y el caballero Lancelhork en un rincón oscuro de las caballerizas dándole a la ginebra.
"¿Por qué crees que no pudo encontrar el Cetro de Trados? Llevaba tal tajada encima que apenas si podía sostenerse sobre su magnífi­co caballo blanco, y lo  único que consiguió fue perderse por el bosque de Broceliande... De donde, por cierto, le sacó a patadas Morgana. Según pude entender después sus balbuceos, la bruja le intentó seducir, pero el galante caballero no sucumbió a las tentaciones. Me temo que las mujeres se van a llevar una decepción muy grave con Lancelhork. Ya ves, un caballero tan aguerrido, tan varonil, echado a perder de esa manera.
"Así que ya sabes, Merlín. No pasa nada.
Y charlando animadamente acerca del contenido del último número de Lhork, entraron en la sala principal del castillo, donde les esperaba la radiante reina Ginebra.

          Jose Francisco Sastre García




Nota de la redacción: Sin comentarios. ¿Para qué vamos a molestarnos en decir nada que no sepan? Hemos tirado la toalla. Es inútil, humanamente inútil, intentar evitar que nuestro antiguo articulista desaparezca tanto de nuestras vidas como de las suyas. En esta ocasión, pese a la estricta y férrea vigilancia que poseemos en la redacción del Círculo, se nos coló en el edificio por la chimenea cual Papá Noel chalado. Cuando nuestros vigilantes quisieron darse cuenta, había entrado en su antiguo despacho y aporreaba las teclas del ordenador, una figura llena de hollín y cenizas que más parecía una sombra que una persona. Precisamente debido a la capa de mugre que le cubría fue como consiguió dar el esquina­zo a los guardias de seguridad, pues cuando uno de ellos le echó los brazos alrededor del cuerpo para detenerle, salio despedido, cual pez de entre las manos, rompiendo el cristal de una ventana y aterrizando, según creyeron discernir nuestros agentes, en el toldo de un restaurante, desde el que salió despedido hasta el mástil de una bandera, donde se agarró desesperadamente sin poder sujetarse como es debido, por lo que terminó cayendo en una alcantarilla de la que alguien había quitado la tapa. Hasta el momento no hemos tenido ninguna nueva noticia de sus andanzas, y, francamente, ya hemos perdido la esperanza de atraparle alguna vez.

4 comentarios:

  1. Jajajajaj! Me gusta esta versión!!¡ Besos!

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    1. Buenas noches, Hada. Muchas gracias, me alegro de que te guste esta versión acerca de las andanzas de los alegres caballeros de la Mesa Ovalada, digo, Redonda. Forma parte de una serie de "artículos" que escribí hace tiempo, utilizando como base la historia y las leyendas, y el grupo con el que estoy asociado, el Círculo de Lhork... En el blog están más o menos la mitad, el resto irán apareciendo poco a poco...

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    2. Guay! Pues seguiré estas andanzas de la Mesa Ovalada, digo, Redonda! Saludos José Francisco!

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  2. Jajajaja... Me parece estupendo, Hada. Muchas gracias por tu apoyo.

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