HIPÓTESIS
SOBRE LA ATLÁNTIDA
El presente artículo no pretende
sentar cátedra, ni ser dogma de fe: tan sólo es un esbozo de lo que, en base a
datos dispersos obtenidos de diferentes culturas y épocas, podría haber sido la
legendaria Atlántida. En ningún caso pretendo afirmar con rotundidad que las
cosas hayan sido como expongo, sino tan sólo una idea…
1.-
DATOS GEOGRÁFICOS
Si nos fijamos en el relato de
Platón, éste nos dice que se encuentra “más allá de las Columnas de Hércules”;
teniendo en cuenta que geográficamente éstas son Avila y Calpe, y se sitúan en
el estrecho de Gibraltar, es de lógica suponer que esté aludiendo a un lugar en
el Atlántico, teoría que se ve reforzada por detalles tan interesantes como las
taquilitas del profesor Termier, las construcciones submarinas de las Bahamas
(El famoso Muro de Bimini) o la migración de las anguilas y algunas aves. Esto
presupone que, efectivamente, en el Atlántico hubo tierras emergidas donde
ahora sólo hay agua hace aproximadamente unos 10 ó 12.000 años. En cualquier
caso, podemos olvidarnos de la idea romántica que inicialmente planteaba la
existencia de un continente, o una isla-continente: más bien habría que pensar
en una isla de un tamaño no superior al de Islandia, aproximadamente, o incluso
en un archipiélago que dejaría un rosario de tierras desde un extremo al otro
del océano. De hecho, una “prueba” más de la posible localización atlántica
serían las leyendas aztecas sobre su precedencia de un lugar llamado Aztlán, al
Oriente de su tierra, y cuya idea o figura plasmaron en su capital,
Tenochtitlán.
A pesar de los intentos de situar la
Atlántida en lugares como el Mediterráneo, el Sáhara, el Mar del Norte o
Sudamérica (también hay datos que conducen hacia esas interpretaciones), más
bien me inclino a pensar que la tierra madre estaba en el Atlántico, y que en
su expansión accedió a todos esos sitios y algunos más…
De hecho, incluso los últimos
estudios geográficos de los fondos marinos parecen conducir hacia la hipótesis
atlántica, básicamente frente a la bahía de Cádiz, aunque siguen apareciendo
detalles que sugieren la existencia de tierras emergidas en las regiones
mediterráneas de Creta, Malta o Chipre.
Como detalle que da lugar a pensar,
diremos que recientemente han aparecido restos de ciudades sumergidas en Cuba
(la ciudad de Mega), en Japón (Yonaguni), en la India (Mahabalipuram), por no
hablar de las investigaciones frente a la bahía de Cádiz o en Doñana, donde al
parecer han aparecido restos de los que hasta el momento no tengo noticia, pero
que con bastante probabilidd haya que asimilar a la cultura tartesia…
2.-
DATOS CRONOLÓGICOS
Siguiendo nuevamente a Platón, y
teniendo en cuenta detalles de interés como la antigüedad de Jericó (estimada
según algunos estudios en alrededor de 10.000 años), las pinturas del Tassili
en pleno Sáhara que rememoran los tiempos en que este desierto era un vergel,
hace aproximadamente unos 10.000 años, o la hipótesis de Orión de Robert
Bauval, se puede sospechar que, efectivamente, existió una civilización hace
unos 10 ó 12.0000 años. ¿Cuánto tiempo podía llevar evolucionando hasta su
desaparición? Es algo demasiado inconcreto, aunque, como sugerencia, basándonos
en la vida media de las culturas, podríamos aventurar entre 200 y 500 años.
3.-
GOBIERNO
Veamos: Platón nos muestra una
sociedad en la que los dioses están aún muy presentes; teniendo en cuenta las
antiguas culturas, en las que la forma de gobierno viene a ser una teocracia, y
las tradiciones sobre el matriarcado original, es factible pensar que en un
principio en la Atlántida se desarrolló una forma de gobierno similar, con un
matriarcado fuertemente implantado que poco a poco fue debilitándose hasta ser
sustituido por el patriarcado.
En cuanto a los gobernantes, cabe la
sospecha de que recibieran el apelativo de Manes, o un término fonéticamente
similar. Para explicar esta posición, me remito a una serie de términos que
parecen estar relacionados tanto fonética como semánticamente:
- Menes: Primer Gobernante de Egipto.
- Minos: Rey Mitológico de Creta, según algunos estudios es el apelativo que recibían los gobernantes de la isla.
- Mencey: Gobernante guanche
- Manaia: Heredero al trono en la Polinesia
- Manu, Mani.
4.-
RELIGIÓN
A tenor de lo que se conoce de las
antiguas culturas, el Sol es habitualmente la figura más importante de los
panteones, como fuente de luz y calor, por lo que nos es dado suponer que en la
Atlántida la religión estaría basada principalmente en el astro rey.
Sin embargo, entre las antiguas
tradiciones encontramos también el culto ancestral a las aguas como fuentes de
vida, como si de alguna manera ya en la más remota antigüedad se supiera que toda
vida procede de ellas. En consecuencia, podemos añadir esta parte también a la
religión atlante, conformando un todo común en el que los dioses principales
serían el Sol y el Agua como creadores conjuntamente de todo lo que existe. Sus
rituales de fertilidad y renacimiento se habrían exportado con posterioridad a
los diferentes pueblos, como el ejemplo notorio del ritual taurino de la
antigua Creta (el toro es un animal que Poseidón, señor del mar, regaló a
Minos, al igual que el caballo es otro de esos regalos a las antiguas
civilizaciones), y el que se ha mantenido a lo largo de los siglos en la
península ibérica…
Asimismo, podemos suponer que para
las tareas agrícolas de estos pueblos la astronomía y el comportamiento de los
astros serían esenciales, por lo que los seguirían con atención y marcarían sus
efemérides como grandes acontecimientos religioso-festivos; así, viendo el
tratamiento que, por ejemplo, las antiguas civilizaciones daban a la estrella Sirio,
la constelación de Orión con especial relevancia al Cinturón, y el cúmulo
estelar de las Pléyades, es lógico esperar que tales eventos astronómicos
fueran también notoriamente importantes en el caso que nos ocupa, y de que
incluso se consideraran divinidades, sujetas todas ellas a la pareja principal,
primordial, formada por el Padre Cielo y la Madre Tierra.
5.-
DESARROLLO
Hay quien, con ideas románticas
acerca de una supercivilización, y tomando ideas preconcebidas sobre lo que las
antiguas culturas cuentan acerca de los atlantes, ha especulado acerca de la
teoría, más cercana a la ciencia ficción que a la realidad, de que este pueblo
estuviera tan avanzado o más que nosotros. Pero realmente, ¿podemos pensar con
objetividad de esta manera? No existe ninguna prueba física de que tal cosa
pudiera haber ocurrido de esa manera, por lo que ciñámonos una vez más a lo que
tenemos, y extrapolemos en busca de una respuesta más coherente.
Platón nos habla no tanto de un
imperio basado en la tecnología, como en el militarismo y la expansión por
conquista, por lo que es de suponer, en principio, que un tanto más avanzados
que las demás culturas sí debían estar, al menos en lo que respecta a técnicas
militares; el hecho de que los antiguos griegos los pudiesen frenar es
indicativo de una de varias posibilidades: o mayor número de guerreros, o mejor
estrategia, o mejores pertrechos. Si su tecnología hubiese sido al menos igual
a la actual, se puede asegurar con certeza que hubieran dominado el mundo en
cuestión de meses, y que las huellas de dicha conquista aparecerían por todas
partes. Sí es cierto que rastros de fuego y lucha se han encontrado en los
estratos históricos, pero no son tan antiguos como para atribuirlos al pueblo
del que estamos hablando. Y algunos de esos rastros, como la piedra vitrificada
localizada en diferentes regiones del mundo, suponen un desafío para los
historiadores, porque las implicaciones serían aún más serias debido a la
naturaleza de la evidencia: la piedra se vitrifica a temperaturas
extremadamente altas, tanto que hace falta una reacción ¡termonuclear! según
algunos expertos, por lo que nos tropezamos con la incógnita de quién, en
épocas históricas, se dedicaba a juguetear con esos trastos (El Mahabbarata y
el Ramayana hindúes dan una pista, pero tampoco podemos fiarnos de lo que
leemos…).
Así pues, lo que se puede deducir sobre
el desarrollo y la evolución del imperio atlante, al menos en principio, es que
debían situarse un poco más avanzados de la Edad del Hierro, tal vez en el
nivel de los comienzos del Imperio Romano aproximadamente. Y es importante
matizar la imprecisión, porque en otro apartado, al igual que en el párrafo
anteriormente expuesto, se verán unas importantes incongruencias respecto a lo
ya expuesto.
6.-
CONOCIMIENTOS
En este apartado se van a tratar más
pormenorizadamente los posibles conocimientos técnicos de que disponían los
atlantes, para lo cual vamos a situar primero el conocimiento y, a
continuación, las premisas en las que nos basamos para suponerlo así.
1.
Fundición:
Por
una parte, ésta es una deducción lógica: en la antigüedad, los herreros estaban
considerados casi como dioses, cuyos conocimientos acerca de los metales y su manipulación eran
más que magia; para preservar esta sabiduría, pasaba dentro del gremio de forma
oral de generación a generación, intentando mantener a toda costa ese estatus
de divinidad. Así, los comentarios platónicos acerca del mítico oricalco, o la espada
de “hierro inoxidable” que supuestamente encontró Al Mamud dentro de la Gran
Pirámide, podrían dar buena fe de este avance.
2.
Física y Química:
De
la misma manera, las tradiciones sobre la alquimia, y el “vidrio flexible” o la
jarra llena de fina arena rojiza que pesa lo mismo llena que vacía, que Al
Mamud descubrió (siempre dando por supuesto que no nos engañó, ya que debemos
tener en cuenta la capacidad árabe para fabular en aquellos tiempos) también en
la Pirámide de “Keops”, nos hacen pensar que los conocimientos del mundo
antiguo podrían haber llegado desde un tiempo aún más remoto.
3.
Electricidad:
¿Qué
pensar de las famosas Pilas de Bagdad, o de algunos de los grabados egipcios
que parecen estar representando bombillas iluminadas mediante una suerte de
energía eléctrica? Si ya hace 4.000 años eran capaces de utilizar semejantes
inventos, podemos pensar con cierta dosis de razón que anteriormente también
había algún sistema similar.
4.
Aerostática:
Hemos
estado demasiado acostumbrados a ver a las civilizaciones antiguas como nidos
de gente inculta que no sabía atarse ni los cordones de los zapatos; sin
embargo, a medida que van apareciendo detalles sobre la vida de esos “analfabetos”,
vamos comprobando que en realidad fueron verdaderamente ingeniosos y capaces de
más cosas de las que creemos. Al fin y al cabo, la aeronáutica o ciencia sobre
cómo volar con aparatos más ligeros que el aire (esto es, los globos
aerostáticos) no es algo tan moderno; de hecho, una de las teorías más
factibles para explicar la complejidad de las líneas de Nazca, fue precisamente
el uso de toscos globos por parte de los “arquitectos” para “señalar” las rutas.
Al mismo tiempo, antiguas leyendas de diversas culturas de todas partes del
mundo sobre gente que volaba en cestos que colgaban de grandes bolsas de aire,
nos dan a entender precisamente eso; así pues, ¿resulta demasiado sorprendente
extrapolar ese conocimiento hacia tiempos más remotos, cuando no es algo tan
técnico como otras cosas de las que ya hemos visto o veremos?
5.
Aeronáutica:
Aquí
entramos en un aspecto más espinoso: si en el apartado anterior hablábamos de
aparatos más ligeros que el aire, en este apartado entramos ya dentro del campo
de la teconología pura: los “aviones”, las máquinas más pesadas que el aire que
necesitan de un sistema propulsor para mantenerse y desplazarse por el cielo. Como
prueba de la posible existencia de este tipo de aparatos, tal vez podríamos
hablar de las leyendas acerca de los hombres y dioses que volaban en extraños
aparatos, conocidos entre los hindúes como vimanas, la maqueta de un “aeroplano”
de madera egipcio ubicada y posteriormente desaparecida del Museo Egipcio de El
Cairo, el “aeronauta” de Palenque (que no astronauta, cosa que no he creído en
ningún momento. Acepto y estoy de acuerdo con la explicación religiosa que hace
Jiménez del Oso acerca del viaje al otro mundo, de hecho es la más plausible de
cuantas se han expuesto y probablemente la única cierta, aunque creo que
conociendo como creemos conocer a los mayas, no deberíamos creer en la
casualidad de aspecto con un “avión” que viaja por el cielo. Quizás haya más de
una lectura…), o los “reactores” peruanos, figuritas que parecen recordar
modernos aviones de combate de alas en delta.
Pero
claro, extrapolar este conocimiento a la Atlántida, o sencillamente adoptarlo
para las antiguas civilizaciones, adolece de un pequeño problema: no existe ni
una sola pieza, de maquinaria, fuselaje o lo que sea, sobre la que sustentar
esta hipótesis. ¿Por qué? ¿Acaso utilizaban materiales muy perecederos? ¿O es
que el conocimiento era de unos pocos que se negaron a revelar el secreto, y
éste murió con ellos, enterrado bajo millones de toneladas de agua? O acaso
todo lo que vemos no sea más que una ilusión de lo que realmente hay…
6.
Mecánica:
Dudar
a estas alturas de la habilidad de los antiguos para hacer maquinas mecánicas
de todo tipo supone poco menos que cerrar los ojos ante las evidencias: en las
construcciones egipcias se han hallado evidencias de materiales de dureza 500
(la máxima dureza conseguida artificialmente hoy en día es 12) y sistemas de
torneado incomprensibles, los griegos ya construían sistemas solares en
miniatura que funcionaban perfectamente (Véase sin ir más lejos la máquina de Antikhytera),
la historia del autómata de la isla de Talos es otro reflejo de ese saber, al
igual que el gallo de pedrería que encontró Al Mamud al penetrar en la Gran
Pirámide, un “animalito” que cuando alguien se acercaba a él aleteaba y
cantaba… ¿Sensores de movimiento en la época de las Mil y una Noches? ¿Robots?
Podemos pensar que, efectivamente, todos esos adelantos fueran herencia de una
cultura anterior, y que en la Atlántida ya se conocían semejantes inventos.
7.
Navegación de altura:
Los
arqueólogos y los historiadores parecen estar empeñados en que los antiguos
sólo conocían el cabotaje, es decir, la navegación costera, sin alejarse
demasiado mar adentro… Sin embargo, cada dos por tres se alzan voces críticas
con respecto a esta idea, especulando acerca de la posibilidad de que los
antiguos griegos hubieran ocultado en la Odisea la historia de una ruta
comercial hacia las Casitérides (Las Islas Británicas), o de que los egipcios
llegaran a la isla de Pascua, o que todas las culturas antiguas hubieran
descubierto el Nuevo Mundo antes que Colón… Al fin y al cabo, la navegación de
altura es una evolución natural del cabotaje, máxime si el pueblo que lo
desarrolla es netamente isleño y marinero, así que suponer que los atlantes eran
capaces de navegar por todo el mundo no supone una teoría demasiado traída por
los pelos.
8.
Cartografía:
Una
cultura capaz de navegar por todo el mundo debería desarrollar, en principio y
por evolución natural, la habilidad de reproducir la forma de las islas y
continentes en mapas más o menos precisos; esa cartografía se va refinando poco
a poco, cuando se empiezan a utilizar sistemas especiales de representación que
hacen que las ubicaciones y marcas orográficas sean cada vez más exactas… Si
tenemos en cuenta detalles como el de los mapas de Piri Reis, o los mapas de
piedra hallados no hace mucho en Sudamérica representando islas y continentes
“míticos” junto con los tradicionales, no resulta descabellado sospechar que ya
hace 10.000 años hubo alguien que cartografió todo el planeta..
9.
Astronomía:
Los
antiguos babilonios, al igual que otras culturas, conocían al menos cinco de
los planetas del Sistema Solar, que integraron en sus propias cosmogonías:
Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, además de la Luna. Al mismo tiempo,
como ya se ha explicado en un punto anterior, sus propios intereses agrícolas y
económicos, amén de los religiosos, hacían que estuviesen especialmente
pendientes de Sirio, Orión y las Pléyades… Sin ir más lejos, Sirio ejerce un
poder especial: es el sistema estelar que marca las crecidas del Nilo, es el
lugar de origen de seres como los Nommo que culturizaron al pueblo dogón y le
explicaron todo lo que sabe (No hablan de una estrella, como los egipcios, sino
de un sistema estelar triple, hecho descubierto a mediados del siglo XX)… La
pregunta clave es de dónde salen los nommo, al igual que los annedoti sumerios
o los kappa chinos: en todos los casos del mar, indicando una de dos
posibilidades: o se trata de alienígenas adaptados a un medio acuático, con lo
que nos iríamos a la teoría de la estación de metro terrestre, en la que hace
escala todo el mundo, o se trata de un pueblo muy culto, muy avanzado, que
llega por el mar para, inicialmente, educar a los habitantes de la costa, que
tomarían sus intentos de decirles que están viendo Sirio como que proceden de
allí...
7.-
ACTITUD
A tenor de lo que nos cuenta Platón
en sus relatos, inicialmente el pueblo atlante debía ser pacífico, o cuando
menos vivir en armonía con las culturas que le rodeaban; sin embargo, hay un
momento a partir del cual se vuelven arrogantes y emprenden una conquista
salvaje por todo el mundo, llegando por Oriente al menos hasta Grecia, donde se
supone que les pararon los pies, y por Occidente hasta América. En base a estas
premisas, podemos suponer que en ese momento existe un gobierno de tipo
militar, expansionista, diría incluso que de corte duramente esclavista y
dictatorial, en ciertos aspectos similar a la colonización inglesa: para que el
pueblo sojuzgado se desarrolle lo justo para servirles le brindan los
conocimientos suficientes, pero no más, lo que hace que la tecnología se
mantenga en poder de los amos.
Estos hechos podrían explicar la
ausencia de la tecnología de la que ya hemos hablado, ya que:
1.
Todos los aparatos, excepto alguno
que otro perdido, estarían celosamente guardados y protegidos en su reducto
principal, no permitiendo a nadie excepto a ellos mismos acceder a ellos; en
esta hipótesis podríamos ver el origen de mitos como el de Prometeo o el de
Lucifer, que intentaron ayudar a la humanidad en contra de los deseos de sus
iguales. Cuando acontece la gran catástrofe, todo eso desaparece, excepto
piezas contadas que serán las que sirvan para que, con posterioridad, la
humanidad estudie y aprenda su construcción o manejo.
2.
Los atlantes han compartido parte
de sus conocimientos, pero han sido unos amos tan crueles que cuando acontece
la catástrofe sus esclavos se rebelan contra ellos y acaban con los restos que
quedaban en las colonias, arrasando todo aquello que encuentran de origen
atlante excepto alguna que otra herramienta o aparato que utilizarán con
posterioridad para estudiarlo y progresar.
Evidentemente,
faltan muchos más datos que se podrían asociar al tema de la Atlántida, aunque
como bien se ha dicho en más de una ocasión, en realidad estamos hablando de
información que corresponde a diferentes culturas y a diferentes épocas, y que
sólo se debería utilizar como material para poder evaluar las posibilidades de
que un pasado anterior a dichas “pruebas” pudiera haber existido una cultura de
la que hubieran emanado tan insólitas características…
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