EL HOBBIT 3:
INTERLUDIO
José Francisco
Sastre García
Tal y comentaba en mi anterior
artículo sobre la película “El Hobbit 3: La Batalla de los Cinco Ejércitos”,
Peter Jackson ha finalizado la trilogía con un sabor de boca un poco extraño,
dando unos apuntes de pretender montar algo más, tal vez una historia de
transición entre los acontecimientos narrados aquí y los de la obra magna de
Tolkien, “El Señor de los Anillos”.
Cierto es que ambos episodios están
entrelazados ya en los libros: el escenario es el mismo, la Tierra Media, y
Bilbo es el tío de Frodo Bolsón; repiten Gandalf, de forma indirecta Gloin (uno
de los trece enanos, que será el padre de Gimli), los nazgûl… Entre uno y otro
episodio han transcurrido bastantes años, así que la pregunta a plantear sería:
¿qué sucedió durante esos años perdidos?
Vamos a dar aquí algunas de esas
ideas que surgen al visionar la película, y que en el libro no llegan a
plantearse:
·
Empecemos por
el consejero del gobernador de la ciudad de Esgaroth: un tipo artero, cobarde,
malicioso, egoísta… Vamos, un dechado de virtudes, dispuesto a medrar en
cualquier momento y lugar, a costa de quien sea… Su nombre es Alfrid, y sólo
empieza a tomar cierta preponderancia en esta tercera película. ¿La
explicación? Para quienes no hayan leído “El Señor de los Anillos” puede ser
incomprensible, pero los tolkinianos… ¿No os recuerda a nadie? En efecto, a
Grima Lengua de Serpiente, el consejero del rey Theoden de la Marca de Rohan.
Malicioso, conspirador, vendido a la oscuridad de Sauron por intermedio de
Saruman… fabricados ambos de la misma pasta, está claro. A Peter Jackson no le
hubiera costado nada abandonar a Alfrid a su suerte en Esgaroth, y que hubiera
desaparecido de la escena sin más, al fin y al cabo en el libro no tiene la más
mínima importancia; sin embargo, lo arrastra a la aventura junto con el resto
de los habitantes de la ciudad tras ser ésta arrasada por Smaug, e incluso lo
involucra en la Batalla, haciendo que al final se escabulla, sin mostrarnos su
cadáver, ni darnos seña alguna de qué ha sucedido con él. Lo más lógico y
previsible es que lo aplasten los orcos, pero… Viendo las maquinaciones de
Jackson, tal vez sea lícito pensar que consigue librarse de la muerte y refugiarse
en Rohan, donde tendrá un hijo llamado Grima que ascenderá hasta la posición
que ocupa en los tiempos de Theoden… O, afinando aún más la nariz, que se venda
directamente a Saruman, éste al Ojo, y que a Alfrid le sea concedida una vida
larga y vil, y que acabe cambiando su nombre por el de Grima… En “Las Dos
Torres”, se dice de Grima que es hijo de Galmod…
·
Legolas no
tiene ninguna aparición en el libro, a pesar de ser el hijo de Thranduil, el
rey elfo del Bosque Negro; sin embargo, Jackson lo recupera para atar aún más
el hilo con “El Señor de los Anillos”, dándole un protagonismo que realmente no
necesita, sobre todo al final de esta trilogía, donde su progenitor, vistas las
circunstancias, le encomendará una sorprendente misión: ha de viajar al Norte,
a encontrarse con los Dunedain o Montaraces, para localizar a un hombre llamado
Trancos… ¿A quién le suena todo esto? Otro ramal que queda abierto…
·
A lo largo de
la trilogía, y especialmente en esta última película, se va viendo cómo las
dudas y el deseo de poder van corrompiendo el alma de Saruman el Blanco:
mantiene su posición de lealtad hacia las huestes elfas, humanas y enanas,
pero… Su expresión al finalizar un combate del que hablaremos un poco más
adelante lo dice todo: prevé un ascenso de la oscuridad como jamás se ha visto…
Es de suponer que Jackson intentará mostrar cómo se vende a la oscuridad y se
hace con el control de la Torre de Isengard, Orthanc, creando su orden de orcos
de la Mano Blanca…
·
De Galadriel
también podemos hablar: en este filme se muestra no sólo como una gran reina,
sino también como una formidable hechicera elfa: tras el combate del que
hablaremos en el siguiente punto, extrae el poder de su interior y se enfrenta
por sí sola a Sauron, obligándolo a retirarse…
·
Y pasamos a la
pelea que hemos mencionado en los momentos anteriores, y que dará claves acerca
de los sucesos de “El Señor de los Anillos”. En resumen, estamos hablando de un
momento en que Gandalf ha sido capturado por la oscuridad y tres amigos suyos
acuden al rescate: Galadriel, Saruman… y Elrond, el señor de Rivendell. En
primera instancia no tienen problema alguno, sólo hay unos pocos orcos
guardianes de los que se deshacen el elfo y el mago sin mayor dificultad, pero
luego… Surgen los espectros de los reyes humanos, los detentadores de los
anillos de poder que Sauron creó para dominar toda la Tierra Media. Nueve
humanos de Númenor, que se entregaron al mal en aras de su codicia. Todavía no
son los nazgûl, diríase que son fantasmas a los que se enfrentan Saruman y
Elrond, impidiéndoles acercarse a Galadriel y Gandalf gracias a su poderosa
magia, y acabando por desterrarlos; sin embargo, el Ojo hará una aparición estelar
y los alzará de nuevo, ya convertidos en los Nazgûl, en sus sirvientes más
poderosos, a los que ninguna magia puede eliminar, como mucho rechazar: tendrá
que ser Galadriel, haciendo acopio de todo su poder, quien obligue a Sauron a
replegarse a las tierras del Este, a Mordor, y llevarse a sus criaturas… En
este punto, diríase que la reina elfa ha hecho uso de uno de los tres anillos
que el Señor Oscuro les concedió para intentar controlarlos…
Y aún hay más cuestiones que, por no haberlas captado con claridad a
lo largo de la película, se me quedan en el tintero… Después de esto, la
pregunta es evidente: ¿Existe la posibilidad de que Jackson decida rodar un
interludio que enlace de forma definitiva “El Hobbit” con “El Señor de los
Anillos”? La respuesta, no tardando mucho…
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