SEXTA TERTULIA LITERARIA DE LA ASOCIACIÓN
José Francisco Sastre García
Ya sabemos que el verano no es una
buena fecha para según qué eventos: el calor, los viajes, el relax, no invitan
a meterse en tertulias literarias y similares… Y aun así, para esta nueva
convocatoria del 27 de julio, tuvimos la suerte de poder reunirnos un grupo
suficiente como para tener quorum y establecer un diálogo en torno al tema que
se había propuesto: escribir, ¿afición o profesión? ¿Escribimos para nosotros o
para el lector?
El debate, organizado en una ronda
de planteamientos a cargo de cada uno de los asistentes, resultó interesante,
ya que surgieron diferentes ideas que, analizadas en conjunto, nos muestran un
escenario un tanto más realista del mundo editorial y de las publicaciones:
·
Se
opinó que el escritor ha de serlo por afición y escribir lo que le gusta sin
preocuparse del resultado de la publicación de la obra: simplemente, la idea
sería sentirse satisfecho consigo mismo.
·
Matizando
este pensamiento, también se dijo que aunque esto sería lo más adecuado,
también hay que tener en cuenta al lector y pensar en quien te va a leer,
ofreciéndole textos que pueda entender y aceptar; esto lleva a ofrecer tu
estilo de forma un poco “maquillada” para que se produzca esa comprensión y
aceptación. En este sentido, hubo una exposición acerca de que cada lector es
un mundo, por lo que el planteamiento habría de ser relativizado: se puede
escribir para una persona, y perder a otra porque no le gusta dicha redacción…
·
La
idea general es que hay que intentar buscar un equilibrio entre lo que nos
gusta escribir y lo que demanda el público, sin que ello deba suponer un
sacrificio del propio estilo.
Llegados a este punto surgió una nueva
cuestión: el escritor que lo es por “profesión”, en principio no tendría otra
escapatoria que plegarse y vender su obra al capricho y las modas (no sería
tanto el lector como la editorial, que sabe de los gustos del lector) para
poder tener unos ingresos adecuados para mantenerse. Esto, seamos objetivos, es
algo que no muchos pueden conseguir, resulta harto difícil vivir de la
literatura a no ser que ya tengas un nombre establecido. La contraposición, tal
y como ya hemos expuesto, es que cuando se escribe por afición podemos
despreocuparnos y olvidarnos de ventas y reconocimientos.
A la postre, el resultado final de esta
interesante tertulia devino en que el autor, en cuanto creador, ha de mantener
su estilo en todo momento, su sello personal, y conceder al lector lo justo
como para que éste lo entienda y que el escritor no se sienta incómodo al
escribir, lo que a buen seguro originaría una historia de menor calidad a causa
precisamente de esa incomodidad.
Aunque agosto sigue siendo un mes malo
para estas cosas, esperamos que se mantenga la asistencia a estas tertulias,
por lo que quedan todos invitados a la próxima, que tendrá lugar el día 31 de
agosto. El tema aún está pendiente, pero seguro que les resultará igual de
atractivo que los expuestos hasta ahora, o incluso más… Sean todos bienvenidos.
Estoy de acuerdo con el resto de compañeros. Cuando uno se dedica a escribir es porque siente la necesidad de contar una historia. Los que buscan hacerse famosos y ricos, no se dediquen a esto. Es una pasión muy querida y sufrida. Sin embargo, el autor siempre debe expresar lo que lleva dentro sin olvidar a quien le lee. Los lectores con sus críticas positivas y constructivas (que no negativas) nos hacen ser quienes somos. Un saludo ;)
ResponderEliminarBuenas noches, Laura. Cierto, el escritor ha de ser siempre él mismo, y aceptar las críticas constructivas que reciba, pero desde luego no aceptar las presiones que puedan lloverle para que ceda al mercantilismo, porque eso sin duda estropearía su estilo y lo llevaría a crear obras de calidad manifiestamente inferior si las escribe sin la comodidad que necesita para desarrollar su creatividad.
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