FRITZ LEIBER
José Francisco Sastre García
Hablar
de Fritz Leiber es hablar de una época dorada en la literatura, no sólo la
pulp, sino también con mayúsculas: evocamos un momento en que surgieron
escritores de la talla del que tratamos hoy, junto con otros como R. E. Howard,
H. P. Lovecraft, Seabury Quinn, Abraham Merritt, Frank Belnap Long, Erle
Stanley Gardner, Manly Wade Wellman, Henry Kuttner, Clark Ashton Smith…
Para
muchos amantes de la literatura de género, este escritor está considerado como
el padre del estilo denominado como Espada y Brujería (Sword & Sorcery). Y
ello porque se anticipó a Howard, el otro gran fundador de este género, con una
saga que pasaremos a comentar a continuación, un auténtico hito en la fantasía
que no desmerece en lo más mínimo las de Howard: la serie de Fafhrd y el
Ratonero Gris. La clave de esta polarización sobre quien lo creó o inventó está
sobre todo en el hecho de que aunque fue el primero y sus personajes
trascendieron las páginas en las que lo había plasmado, su obra quedó en parte
supeditada al tremendo boom que supuso la aparición de las figuras emblemáticas
del mundo howardiano: Conan el Bárbaro, el rey Kull, Cormac Mac Art, Solomon
Kane, Bran Mak Morn… He ahí la gran diferencia entre uno y otro: el primero fue
Leiber, que sentó las bases, y el tejano le dio tal impulso que se puso a la
cabeza de la lista por goleada.
Fritz
Leiber tocó todos los géneros, y en cada uno de ellos mostró unas
características ligeramente distintas, adaptadas a lo que necesitaba en cada
momento: de forma genérica, podemos decir que su estilo era rápido, ligero, con
una densidad muy fácil de llevar, y un ritmo acorde a cada historia,
dependiendo de que se necesitara la velocidad de la acción trepidante como el
la saga de Newhon (Fafhrd y el Ratonero Gris), o una desaceleración agobiante,
insidiosa, como en Nuestra Señora de las Tinieblas.
Su
obra más celebrada es, sin duda alguna, la saga que ya hemos citado, una serie
de libros estructurados a base de relatos independientes aunque agrupados por
orden cronológico, en los que recrea un mundo, el de Newhon, por donde se
mueven los dos personajes principales, sobre todo en torno a la ciudad más
importante y al tiempo sucia o corrupta, Lankhmar.
Preguntarán
quiénes rayos son esa pareja que cito… Pues bien, estamos ante una obra llena
de sarcasmo, ironía, acción a raudales y al tiempo plena de tragedia y dolor:
si ya de por sí el Ratonero es un pícaro en busca de vida fácil, dispuesto a lo
que sea con tal de disfrutar de todos los placeres y comodidades de la
existencia, y Fafhrd un bárbaro norteño estoico pelirrojo, casi incapaz de
reconocer el sarcasmo y con muchas ganas de juerga y poca capacidad para
asumirla como lo que es, la asociación entre ambos hará que sus personalidades
se vayan cruzando para dar lugar a dos tipos en los que el hedonismo y la buena
vida son una seña principal de identidad para correr aventuras de todo tipo,
marcadas por la tragedia de perder a sus parejas respectivas y, sobre todo, por
el posterior mecenazgo, por llamarlo de alguna manera, de una pareja de dioses
tan caprichosos como volubles, Ningauble y Sheelba.
Uno
de los detalles que hacen de estas historias algo tan atractivo es precisamente
la polarización, el contraste tan brutal entre ambos personajes: el urbanita,
asentado, conocedor de todos los entresijos de la vida en la ciudad y decidido
a aprovecharlos hasta el último, y el bárbaro procedente de las montañas, en
apariencia simple, directo, sin malicia ni conocimiento del mundo urbano en el
que lo introduce el Ratonero a golpes de espada y triquiñuelas. Normalmente se
suele poner a un protagonista y su comparsa, pero en este caso no: son dos
protagonistas, cuyos caracteres se complementan a la perfección, ofreciendo la
inteligencia y la picaresca contrapuestos a la simplicidad, la fuerza bruta y
un cierto código de honor.
De lectura
sencilla, en la que en ocasiones aparece una cierta densidad que se sobrelleva
muy bien, es una obra maestra de la espada y brujería, altamente recomendada,
con la que podemos pasar horas de entretenimiento y diversión leyendo las
hazañas, entre improbables, imposibles o absurdas, de esta pareja que se
enfrenta a toda suerte de peligros, incluida la propia Muerte, a la que llegan
incluso a burlar en su propio reino…
La
trama está preñada de picaresca, latrocinio, engaños… Momentos cómplices en los
que el lector no puede por menos que sentir simpatía hacia estos personajes,
baqueteados por la diosa Fortuna y, más concretamente, por sus mentores, que
los usan a su antojo hasta que se rebelan y tratan de seguir su camino por su
cuenta, para descubrir que nadie es completamente libre.
Si
cambiamos de tercio y nos vamos al terror, nos encontraremos con un Leiber en
el que la ambigüedad, el miedo a la oscuridad y a lo desconocido, generan un
ambiente pavoroso, que arrastra a quien lo lee hacia un marasmo de locura en el
que los protagonistas caen sin apenas darse cuenta de lo que está sucediendo,
cuando ya es demasiado tarde para huir del horror que se ha extendido sobre
ellos. Aquí descubrimos a un escritor que sabe jugar muy bien con la psicología
de los personajes, con los miedos, los terrores más profundos, guiando al
lector hacia el objetivo de ponerse en la piel de los personajes, tratando de
ver la manera de escapar al destino que se cierne inexorable sobre ellos. Con
un ritmo más pausado, que no lento, la trama y la acción envuelven como un
sudario a quien está intentando seguir el hilo, ofreciéndole pistas y señales
pero sin dar la solución final hasta que ésta acaece sin remedio. Llegó incluso
a tocar el mundo lovecraftiano de los Mitos de Cthulhu con una novela, The
Dealings of Daniel Kesserich, perdida durante mucho tiempo hasta que se publicó
en 1997, después de su muerte en 1992, aunque había sido escrita en 1937. Sus
ambientaciones, escenarios, lo han convertido, por derecho propio, en el
precursor de lo que hoy por hoy se denomina terror urbano.
Y
ya pasamos a la ciencia ficción: aunque la originalidad no es fácil en este
género, puesto que ya en su momento se asentaron unas bases de las que
resultaba muy difícil escapar sin caer en la chapuza, el autor consigue darle
un nuevo punto, unos enfoques a sus historias que las hacen cuando menos
novedosas, atractivas y adictivas, en las que introduce elementos que son casi
como fetiches para él: los gatos, por ejemplo, que fueron una de sus mayores
aficiones en vida, jalonan buena parte de sus historias, hasta el punto de que
en algunas de ellas se trastocan en alienígenas de aspecto felino con un
tremendo poder de seducción que afecta profundamente a los humanos, o gatos con
un coeficiente intelectual de incluso 160… Historias de ritmo cambiante, en las
que todo puede suceder en un cosmos lleno de universos paralelos, de
dimensiones a través de las cuales viajan todo tipo de seres…
Y
todavía queda algo sobre Fritz Leiber que no he dicho: después de que se
estrenara la película Tarzán y la Ciudad de Oro, Burroughs le otorgó permiso
para escribir la novelización de dicho film, convirtiéndolo en Tarzan and the
Valley of Gold, una historia que no llegó a publicarse en España, como tantas
otras, en la que mantiene el espíritu del carismático personaje y lo introduce
en aventuras nuevas que consigue llevar a buen puerto.
Sus
principales influencias literarias fueron Lovecraft y Robert Graves en sus
comienzos, aunque posteriormente sentiría una enorme fascinación por Carl
Gustav Jung, cuyos conceptos de ánima y sombra usaría a menudo en sus
narraciones. A lo largo de su vida se dedicó no sólo a la escritura, también
fue un jugador de ajedrez de un nivel más que medio, además practicante de
esgrima y actor, hecho éste que se nota en algunas de sus novelas, que
construye a modo de escenario casi único y con pocos personajes, cosa que no
desmerece en absoluto su maestría a la hora de abordar las tramas y
desarrollarlas con un estilo único e inimitable. Y la pérdida de su primera
mujer, aunque lo hundió en el dolor durante una temporada, fue también fuente
de inspiración para su novela Nuestra Señora de la Oscuridad.
Amante
de la buena vida, ese carácter se nota con mucha claridad en la actitud del
carismático Ratonero Gris, un joven enamorado de la picaresca, sin la más
mínima intención de buscarse un trabajo en condiciones, con una autoestima a
prueba de toda medida y una habilidad con el estoque que rivaliza con los
mejores esgrimistas de Lankhmar.
Su
obra de fantasía más conocida sirvió de base para un conocido juego de rol,
Dungeons & Dragons, lo que le reportó pingües beneficios que se encargó de
dilapidar a lo largo del tiempo, hasta su muerte. A este respecto, resulta
curioso comprobar la deuda que tiene esta forma de entender el ocio y el juego,
y su consecuencia, con Leiber: Fafhrd y el Ratonero Gris sirvieron de
pistoletazo de salida para Dungeons & Dragons, y luego éste sirvió como
trampolín para crear obras como la Dragonlance, y otros juegos de rol basados
en su sistema de juego, como Hyboria y algunos otros…
Aunque
tiene unas cuantas novelas, su principal obra es el relato breve o medio: así
está construida la serie de Fafhrd y el Ratonero Gris, a base de retazos de las
aventuras de los personajes que va estructurando de manera cronológica, excepto
por una novela, Las Espadas de Lankhmar, la única de la serie en la que se
extiende más para crear un argumento un poco más cercano al concepto de
fantasía épica pero sin llegar a ello, quedándose en la espada y brujería más
tradicional; de la misma manera, muchos de sus relatos de terror o ciencia ficción
son cortos e intensos, obsequiando al lector con joyas que merece la pena
descubrir…
Si
desean conocer su obra, aquí tienen una base sobre la que comenzar a trabajar:
Serie de Fafhrd y el Ratonero Gris (Newhon)
- Espadas y demonios (1970)
- Espadas contra la muerte (1970)
- Espadas entre la niebla (1968)
- Espadas contra la magia (1968)
- Las espadas de Lankhmar (1968)
- Espadas y magia helada (1977)
- La hermandad de las espadas (1988)
Novelas
- Esposa hechicera (1943)
- Gather, Darkness! (1943)
- The Sinful Ones, también conocido como: You Are All Alone (1953)
- The Green Millennum (1953)
- Destiny Times Three (1957)
- The Big Time (1961)
- Los cerebros plateados (1961).
- El planeta errante (1964)
- Ships to the Stars (1964)
- Tarzan and the Valley of the Gold (1966)
- Un fantasma recorre Texas (1969)
- Night Monsters (1969)
- The Demons of the Upper Air (1969)
- You're All Alone (1972)
- Our Lady of Darkness (1977)
- The Dealings of Daniel Kesserich (1997)
Recopilaciones de relatos
- La mente araña y otros relatos (1961)
- Las canciones secretas (1968)
- The Best of Fritz Leiber (1974)
- Crónicas del gran tiempo (1984)
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