GUARDIANES DE
LA GALAXIA VOL. 2
José Francisco
Sastre García
Digamos de esta película que no
tiene una definición muy clara: de nuevo Marvel nos regala una entrega de sus
superhéroes, en esta ocasión de unos muy particulares en el segundo episodio de
sus aventuras estelares…
Regresan de nuevo los Guardianes de
la Galaxia, con una historia llena, como no, de acción y ritmo frenético, con
una trama que por momentos resulta más delirante que otra cosa, y algo que hace
que se mantenga la frescura: el sarcasmo que rezuma toda la cinta, que lucen
los personajes en todo momento, y que atemperan de vez en cuando con momentos
más románticos o cañeros.
Aquí ahondamos un poco más en la
vida de Starlord, en su origen, y descubrimos que es hijo de… No sé si hacer el
spoiler o no, porque al fin y al cabo voy a tener que mencionarlo, ya que es
parte principal en el argumento que se desarrolla a lo largo de todo el filme.
Veamos: intervienen los héroes de la
primera, es decir, Starlord, Rocket, Gamora, Grunt en forma infantil y que
ofrece una secuencia divertida al principio que ya va a marcar el resto de la
película, y Drax, al que vemos sufrir una evolución notable con respecto a la
primera.
También tenemos en el casting de
esta aventura a otros personajes: Silvester Stallone como un capitán de
saqueadores con cierta relevancia entre los diversos grupos de saqueadores,
valga la redundancia; Yondu, otro de esos capitanes, que juega un papel a
caballo entre la mala baba que se gasta y las ideas que poco a poco se van
infiltrando en su mente para hacerle cambiar de actitud; Ego, el Planeta
Viviente, encarnado bajo la forma de un hombre ya mayor, interpretado por Kurt
Russell; Mantis, una joven ayudante o ahijada de Ego; Nébula, una hermana de
Gamora con la que le une una relación amor-odio muy notable; y la reina de la
raza de los soberanos, unos alienígenas que, por decirlo suavemente, se ven tan
por encima del resto del universo que se permiten el lujo de hacer lo que les
plazca a capricho.
Bien… Hasta aquí todo normal,
¿verdad? Mientras no pensemos en los cómics todo va bien, es una película
entretenida, trepidante, con acción continua y grandes dosis de ironía; sin
embargo, si los hemos leído previamente, encontraremos algunas sorpresas:
- Yondu no pertenece a este equipo, es del original, del primero de todos.
- Es de suponer que Mantis se unirá a partir de esta película a los guardianes, si pretendemos mantener un poco la coherencia.
- Ego, el Planeta Viviente… Un personaje de Marvel con unas características tan peculiares que en esta historia no acaban de encajarme por completo: un planeta vivo, que puede deformar su materia para obtener cualquier figura que desee, y que vaga al azar por el universo con un cierto toque de locura en su mente. Varios héroes marvelianos se han enfrentado a él, entre ellos Thor, el dios del Trueno, y el resultado ha sido ambiguo, por no hablar de tablas.
Como ya he dicho, en general la película se deja ver bien a pesar de
su duración, unas dos horas y cuarto, sobre todo gracias a ese sarcasmo al que
ya he aludido, y que se refleja en secuencias tan absurdas como el
enfrentamiento final entre Starlord y Ego, las salidas de tono de Drax o las
escenas iniciales de Grunt.
En suma, una historia que merece la pena ver, olvidándonos por un
momento que tiene un origen previo, para poder disfrutar de ella como es
debido.
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