ROGUE ONE
José Francisco
Sastre García
Para quienes no les llame demasiado la
atención el ciclo de Star Wars (La Guerra de las Galaxias para los
amigos, aunque no es la traducción más correcta, jejeje), éste film puede ser
considerado uno más, con una exposición y estructura idénticas al resto de la
serie: héroes esforzados, grandes batallas espaciales o terrestres, épicas
hasta decir basta, las fuerzas rebeldes enfrentadas a las imperiales, y
triunfando a pesar de la superioridad del lado oscuro…
Y en parte puede pensarse que es
así, aunque hay algunos matices que marcan esta película y que habría que tener
en cuenta para entenderla en su justa medida, al margen ya de que en el fondo
no hiciera falta y de que haya surgido para rellenar huecos dentro de la gran
trama y abrir boca para el episodio VIII, por no decir para hacer la caja aún
más abultada.
- En primer lugar, la sinopsis: es el episodio tres y medio, entre el III (La Venganza de los Sith) y el IV (Una Nueva Esperanza), más cercano a éste último que al primero por los personajes que aparecen y el momento en que se desarrolla. Nos vamos a encontrar con el origen del equipo Rogue One, una sección rebelde dentro de la Alianza Rebelde, dividida a su vez en varias facciones bastante delimitadas. Este equipo tendrá que ponerse manos a la obra para para arrebatar a los imperiales los planos de la Estrella de la Muerte que éstos han construido con la intención de arrasar planetas enteros y acabar con la rebelión.
- Puesto que el objetivo es enlazar una parte y otra (III y IV), y que como hemos dicho se halla mucho más cerca de la IV, no hay otra que rememorar personajes tan carismáticos o entrañables como Darth Vader, R2D2, C3PO, la princesa Leia o el gobernador Tarkin.
- Contra lo que pudiera parecer, los personajes que más llaman la atención y que más capacidad tienen de enganchar al espectador, son el androide y el guardián del templo, que no es un jedi pero vive Dios que lo parece, jajaja. El resto, protagonistas incluidos, se diluyen entre el tópico y una profundidad no demasiado lograda.
- La gran batalla final no es ni mucho menos la habitual de Star Wars: se desarrolla en dos niveles, en el espacio y en tierra firme, con unos resultados que no voy a desvelar para evitar spoilers excesivos a aquéllos que aún no la hayan visto y estén deseando verla. Baste decir que la catarsis habitual se vuelve agridulce, por no decir que desaparece hasta la última escena en la que se recupera un poco.
Con todo lo expuesto, creo poder decir
que Rogue One es una historia
atrayente, con una garra que podría ser mucho mayor pero que se pierde en parte
debido al enorme aluvión de material tanto cinematográfico como televisivo que
el ciclo ha generado: con ésta van 9 películas (I, II, IIB, III, IIIB, IV, V,
VI y VII) y una larga lista de series de las que ya he perdido la cuenta. Es
recomendable, aunque no pueda ser considerada una obra maestra de la saga.
Sigo pensando que debería haberse
quedado en la primera trilogía rodada por Lucas, y que todo lo demás ha sido
innecesario y tendente, sobre todo, a seguir haciendo caja de un filón tan
fructífero. Pero bueno, como entretenimiento, como diversión, como evasión de
la realidad que vivimos, no se puede negar su eficacia a pesar de algunos
desvaríos más que evidentes, como el caso de un “ariete” en una batalla
espacial de una manera que resulta más alocada que seria, en un principio casi
inviable a poco que lo pensemos; o los combates del supuesto jedi, que por
momentos se van de madre…
Para los aficionados es altamente
recomendable, aunque puede resultar cansina por el volumen de material ya
comentado; para los demás, podría gustarles si se olvidan de todo lo que la
rodea, o decidir que siguen pasando de Star
Wars. En cualquier caso, el espectador es quien decide.
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